¿Cuántas veces hemos escuchado esta frase que centra la atención en el propio estudiante? Yo la he tomado prestada de un compañero, con quien comparto la visión del cambio de roles en el aula, cambios que hemos sufrido mientras nos preguntábamos: Y todo esto ¿cuándo ha pasado que yo no me he enterado?

Deseamos como docentes que nuestros alumnos desarrollen determinadas habilidades que les preparen para la vida adulta, en un contexto socio-económico que desconocemos hoy en día, ni siquiera las múltiples profesiones que realizaran, no somos capaces ni de nombrarlas. Podemos llegar a sentir que nuestra responsabilidad es máxima, dado que tenemos que preparar a nuestros alumnos para la incertidumbre…pero, ¿en qué momento no se ha educado para la incertidumbre?

Quizá tengamos que mirar hacia ellos, nuestros estudiantes para conocer cuáles son sus preocupaciones, sus opiniones, otorgarles el poder de la palabra para que hagan del aprendizaje su propio descubrimiento; si miramos hacia nuestros antepasados no distamos tanto de nuestro clásico Horacio con su:”Docere et Delectare” (enseñar deleitando). ¿Qué aprendizaje puede ser más significativo, sino aquel que es construido desde la motivación?

Si no les preguntamos directamente a nuestros estudiantes difícilmente podremos tener la respuesta adecuada. Ofrecerles la oportunidad de comunicarse con las herramientas que usan para su vida cotidiana y personal, como pueden ser las redes sociales pueden ofrecernos una camino válido para poder desarrollar actividades novedosas.

Desde hace dos cursos académicos intentamos compartir la lectura de los libros de la materia a través de la red social de Twitter. Son los propios alumnos quienes animan a sus compañeros a leer determinados títulos, comparten las páginas de información que han encontrado en sus búsqueda del contexto histórico, comentan aquellas citas, frases que más les han llamado la atención; llegando a establecerse unas conversaciones de 140 caracteres escritos, pero lo mejor de todo es que no se ciñe a un tiempo-espacio como es el aula, sino que se realiza en periodo vacacional incluso.

@llegirxdirms2 toma de nuevo vida con los diferentes tweets que el alumnado va realizando a través de sus perfiles creados para el trabajo, podemos acompañarles en su proceso lector como espectadores a través de los diferentes hashtag que aglutina los tres momentos del proceso: #llms1 (antes de la lectura), #llms2 (durante la lectura) y #llms3 (después de la lectura).

Esta propuesta, es sólo un ejemplo, dado que podemos crear múltiples foros para que el alumnado pueda aportar su visión de charlas realizadas en el propio centro, actividades más innovadoras, proyectos de centro, celebraciones de días conmemorativos; sobre todo aquello sea relevante para el alumnado.

Es hoy en día, cuando podemos contar con muchas más herramientas para dar el protagonismo a nuestros alumnos: redes sociales, blogs, wikis, entornos colaborativos como los que nos pueden ofrecer office 365, o OneNote por citar algunos ejemplos, son herramientas que nos pueden aproximar a nuestros alumnos para conocer de primera mano sus opiniones, pensamientos a cerca de su propio proceso de aprendizaje.

Asumir el nuevo rol del docente como facilitador, como guía en las necesidades de cada uno de nuestros alumnos es el reto al que cada uno de nosotros nos enfrentamos en un momento determinado, aceptarlo es descubrir nuevas formas de trabajar con ellos.

Permitidme una pregunta: ¿podéis recoger las valoraciones, opiniones de vuestros alumnos en su proceso de enseñanza? Comentemos cómo lo hacemos para poder aprender y mejorar nuestra labor docente.